CONÉCTATE CONTIGO MISMO

Muchas personas gastan su vida haciendo cosas que no los llenan para llamar la atención o satisfacer a la gente a su alrededor. Sin embargo, nada de lo que hagan les proporcionará placer. A veces, sin darnos cuenta, caemos en la rutina diaria, acabando con los pocos momentos de reencuentro que podemos tener con nosotros.

En muchas ocasiones sabemos que estamos huyendo, que hay que responder desde uno mismo, pero no lo hacemos, a veces por desconocimiento, otras por miedo a tomar decisiones que se nos pueden tornar difíciles y que suponen la posibilidad de equivocarnos. Buscamos aprobación y soluciones externas, cuando tenemos que encontrarlas en nuestro interior.

Si le sumamos nuestro estresante ritmo de vida y la actual crisis de valores que estamos viviendo, detectamos que se están perdiendo las conexiones con nuestro “yo” más íntimo. Reflexiona y analiza; es el momento de pensar el fin de las cosas que haces. Quizá ha llegado la hora de despertar a la vida, de darle el verdadero significado, de encontrarse con uno mismo, de vivir a plenitud el aquí y el ahora.

Encontrarse con uno mismo requiere de espacio. Debes concederte el espacio y el tiempo que necesitas; conectar con tu grandeza; reconocer tus miedos; comprometerte con el cambio y ser agradecido por la vida.

Conectarse con el yo interior significa aceptarse plenamente; ponerse en valor; tener confianza; reconocer nuestro propósito vital y tener la conciencia de estar en el camino indicado. Quien se ha encontrado consigo mismo es una persona satisfecha; plena; equilibrada; serena; llena de alegría; positiva.

Recordemos que el secreto para lograrlo está en seguir tus sueños, escuchar los deseos de tu corazón y despertar para hacer aquello a lo que estás destinado. Es conectarse con la misión de vida y los deseos más profundos. Permite escuchar tu interior; regálate tiempo; amplía tu visión de la vida; revisa cuáles son los criterios para lograr tu propio éxito; establece tu plan de vida e identifica tus valores.

Busca ese punto común en el que hagas algo que te apasione, tengas capacidades, aportes valor y estarás en el camino. Vivir así es mucho más placentero. Si no lo haces, no importa cuánto dinero ganes; cuánta gente te quiera; los títulos que tengas, ni siquiera lo que hayas conseguido a lo largo de tu vida, no te sentirás completo. Cuando te encuentres contigo mismo y seas quien eres en verdad, no encontrarás tu felicidad: tú serás la felicidad.

 

Con Amor,

Alfonso Leon

Arquitecto de Sueños